Imagen ; Visualización de la Onda Radcliffe. La onda está marcada con puntos rojos. El Sol está representado por un punto amarillo para mostrar nuestra proximidad a esta enorme estructura.
En la Vía Láctea se ha descubierto una enorme ola que puede haberse formado como resultado de una colisión con un gran objeto misterioso potencialmente un grupo de materia oscura-, según han dicho los científicos.
La «onda Radcliffe» fue descubierta usando datos del satélite Gaia de la Agencia Espacial Europea. Anteriormente había pasado desapercibida debido a su tamaño extremo y a nuestra proximidad a ella. Desde la Tierra, la onda cubre la mitad del cielo, lo que hace difícil ver toda la estructura. Los detalles del descubrimiento se publican en Nature.
Nuestra galaxia es conocida como una galaxia espiral. Es en gran parte un disco plano y giratorio con brazos que la rodean. Tiene alrededor de 100.000 años luz de diámetro, pero sólo alrededor de 1.000 años luz de espesor.
Los investigadores dirigidos por João Alves, del Departamento de Astrofísica de la Universidad de Viena y del Instituto Radcliffe de Estudios Avanzados de la Universidad de Harvard, estaban inicialmente tratando de mapear una estructura conocida como el Cinturón de Gould. Se trata de una gran banda de regiones de formación de estrellas que el equipo esperaba conocer mejor con Gaia, una misión para crear un mapa 3D de la Vía Láctea.
Al hacerlo, el equipo descubrió que el Cinturón de Gould es «sólo un efecto de proyección» de una estructura mucho más grande, dijo Alves a Newsweek. «Como pueden imaginar, me sorprendió mucho», dijo. Encontraron que la onda de Radcliffe era un filamento enorme y largo. Se extiende a lo largo de 9.000 años luz y a lo ancho de 400. También se encontró que se extiende 500 años luz por encima y por debajo del plano medio del disco galáctico en forma de onda.
La ola, que está compuesta por viveros estelares interconectados, está muy cerca de la Vía Láctea. En su punto más cercano, el Sol está a sólo 500 años luz de la ola. «La razón por la que no nos dimos cuenta de la presencia de este gigante es que no teníamos las exquisitas medidas de distancia que tenemos hoy en día con Gaia y, creo que porque estamos tan cerca de la estructura es difícil verla».