(Imagen de portada buques de guerra Australianos salieron de Sydney / Archivo)
Soldados estadounidenses, franceses y japoneses han comenzado sus primeras maniobras militares conjuntas en el suroeste de Japón, y Australia también se ha unido al simulacro de una semana de duración, mientras se intensifican las tensiones entre China y otros países de la región.
En los ejercicios de la región de Kyushu, las naciones participarán en ejercicios aéreos, terrestres y marítimos, mientras que Australia ha enviado un buque de apoyo a la operación en la que participan unos 300 soldados, aviones de combate, 10 buques de superficie y un submarino japonés.
Se espera que esta sea la primera de varias maniobras militares conjuntas realizadas por Japón en la región. Un portaaviones británico y un buque naval alemán se dirigirán a las aguas del Indo-Pacífico a finales de 2021.
La actividad militar se produce en medio de las crecientes tensiones entre China y otros países de la región, que acusan a Pekín de llevar a cabo una actividad militar agresiva para consolidar el control de los mares de China Oriental y Meridional.
Por el contrario, China ha argumentado que la base de la «situación tensa» es la invasión militar de Estados Unidos en la zona y su decisión de hacer acusaciones «irracionales» sobre la actividad china. Afirma que la «inestabilidad y los riesgos para la seguridad» provienen «principalmente de fuera de la región».
Japón y China están enfrascados en una disputa por un territorio conocido como las islas Senkaku por Tokio y las islas Diaoyu por Pekín. En los últimos años, China ha impuesto una Zona de Identificación de Defensa Aérea sobre las islas y ha autorizado a sus guardacostas a utilizar la fuerza letal en la zona si los buques violan la «soberanía nacional, los derechos soberanos y la jurisdicción de Pekín».
China ha argumentado que su «línea de demarcación de nueve rayas», que se extiende hasta 2.000 kilómetros (1.242 millas) desde el territorio continental chino y cubre el 90% de las aguas en disputa, le otorga derechos históricos para controlar la zona, que es una ruta comercial clave para Pekín y otras naciones.
La decisión de Canberra de apoyar los simulacros militares conjuntos se produce semanas después de que el ministro australiano del Interior, Mike Pezzullo, advirtiera de que «suenan tambores de guerra» en el mar de China Meridional, una declaración respaldada por el ministro del Interior y el de Defensa del país.
China ha expresado su deseo de enfriar las tensiones con Australia, diciendo a finales de 2020 que quiere que las relaciones «vuelvan a la senda correcta lo antes posible.»