(Imagen de portada Crédito: NASA, ESA y M. Kornmesser )
Los astrónomos detectaron la enorme explosión a unos mil millones de años luz, una distancia lo suficientemente cercana como para estar en nuestro «patio trasero cósmico». Normalmente se producen a 20.000 millones de años luz. Los expertos creen que la explosión fue el inicio de la transformación de la estrella en un agujero negro.
Los estallidos de rayos gamma son destellos brillantes de rayos X y gamma emitidos por fuentes extragalácticas lejanas.
Éste, que se originó cerca de la constelación de Eridanus, tuvo la radiación más energética y el resplandor de rayos gamma más largo de todos los registrados hasta la fecha, concretamente tres días.
Fue detectada por los satélites Fermi y Swift y por el telescopio H.E.S.S del Sistema Estereoscópico de Alta Energía en Namibia.
El Dr. Andrew Taylor, coautor de un artículo científico sobre la explosión, publicado en la revista Science, dijo: «Estábamos realmente sentados en primera fila».