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El núcleo interno impulsa el proceso dinámico que genera el campo magnético de nuestro planeta, que protege a la Tierra de muchas formas de radiación dañina y desempeña un papel crucial en la capacidad del planeta para mantener la vida.
Un grupo internacional de científicos ha revelado que el núcleo interno de la Tierra crece cada año de forma «desigual». Según las conclusiones de su estudio, publicado el 3 de junio en la revista Nature, el núcleo interno crece de forma desigual, con la formación de nuevos cristales de hierro más rápida en el lado este que en el oeste.
Los investigadores admiten que no saben cuál es la causa de este crecimiento asimétrico, y señalan que para responder a ello tienen que entender los procesos que tienen lugar en el manto de la Tierra.
«Cada capa de la Tierra está controlada por lo que está por encima e influye en lo que está por debajo. El núcleo interno se congela lentamente a partir del núcleo externo líquido, como una bola de nieve que va añadiendo más capas. El núcleo externo es enfriado por el manto que tiene encima, así que preguntarse por qué el núcleo interno crece más rápido en un lado que en el otro sería preguntarse por qué un lado del manto es más frío que el otro», explica Daniel Frost, sismólogo de la Universidad de California y autor principal del estudio.
Los investigadores afirman que una de las razones que pueden haber provocado el crecimiento desigual es la formación de zonas de subducción, que se produce cuando dos placas tectónicas chocan, y una es empujada por debajo de la otra.
Además del crecimiento desigual, los científicos también han descubierto que el núcleo interno de nuestro planeta pierde calor de forma desigual, lo que, según dicen, podría explicar otro misterio: el debilitamiento del campo magnético de la Tierra, que protege a nuestro planeta de la radiación cósmica y de las partículas cargadas emitidas por el Sol.