(Imagen de portada Ilustración )
Un asteroide conocido como 441987 (2010 NY65) está atravesando el sistema solar. El asteroide mide unos monstruosos 187 metros de longitud, lo que lo convierte en el doble del tamaño de la emblemática Estatua de la Libertad de Nueva York. El 441987 se desplaza a la friolera de 13,4 kilómetros por segundo, es decir, a más de 48.000 kilómetros por hora.
Según los análisis, el asteroide alcanzará su punto más cercano a la Tierra el 25 de junio.
En ese momento, estará a más de 15 veces la distancia de la Tierra a la Luna de nuestro planeta.
No obstante, sigue estando lo suficientemente cerca como para ser considerado un objeto cercano a la Tierra (NEO).
La NASA lo ha indicado en su página web del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL): «Los objetos cercanos a la Tierra son cometas y asteroides que han sido empujados por la atracción gravitatoria de planetas cercanos hacia órbitas que les permiten entrar en la vecindad de la Tierra.
El interés científico por los cometas y asteroides se debe en gran medida a su condición de restos relativamente inalterados del proceso de formación del sistema solar hace unos 4.600 millones de años.
«Los planetas exteriores gigantes (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) se formaron a partir de una aglomeración de miles de millones de cometas y los restos de este proceso de formación son los cometas que vemos hoy.
«Del mismo modo, los asteroides actuales son los trozos que quedaron de la aglomeración inicial de los planetas interiores que incluyen a Mercurio, Venus, la Tierra y Marte».
Sin embargo, el asteroide también ha sido calificado como un asteroide potencialmente peligroso (PHA)
El término «potencialmente peligroso» no significa que un asteroide suponga una amenaza inminente para la Tierra.
Más bien se refiere a la idea de que, en algún momento del futuro del sistema solar, un asteroide podría colisionar con la Tierra.
Hay varios factores desconocidos que podrían influir en la futura trayectoria del asteroide, como la atracción gravitatoria de otros cuerpos celestes del sistema solar.
Según la NASA: «Ocasionalmente, las trayectorias orbitales de los asteroides se ven influidas por el tirón gravitatorio de los planetas, lo que hace que sus trayectorias se alteren.
«Los científicos creen que asteroides perdidos o fragmentos de colisiones anteriores han chocado con la Tierra en el pasado, desempeñando un papel importante en la evolución de nuestro planeta».
Una fuerza conocida como efecto Yarkovsky también puede hacer que un asteroide se desvíe de su trayectoria.
Este efecto se produce cuando una roca espacial se calienta bajo la luz solar directa y se enfría para liberar la radiación de su superficie.
Según la NASA: «Esta radiación ejerce una fuerza sobre el asteroide, actuando como una especie de mini propulsor que puede cambiar lentamente la dirección del asteroide con el tiempo».
Sin embargo, la agencia espacial quiso tranquilizar a las mentes preocupadas, afirmando que no prevé un choque de asteroides de ese tamaño hasta dentro de varios siglos.