Una enorme mano fantasmagórica se extiende por las profundidades del espacio, con sus tenues dedos presionando una nube brillante.
Suena a ciencia ficción, pero es bastante real, como muestran las imágenes recogidas por el Observatorio Chandra de rayos X de la NASA.
La «mano» fue engendrada por la muerte de una estrella masiva en una explosión de supernova, que dejó tras de sí un cadáver estelar superdenso y de rápida rotación conocido como púlsar, según explican los miembros del equipo de Chandra en una descripción de las dramáticas imágenes.
Ese púlsar ha creado una burbuja de partículas energéticas a su alrededor que, combinada con los restos expulsados por la explosión de la supernova, ha creado la estructura en forma de mano que se extiende 150 años luz. La característica brillante que está alcanzando, mientras tanto, es una gigantesca nube de gas conocida como RCW 89.
El remanente de supernova en el corazón de la mano, llamado MSH 15-52, se encuentra a unos 17.000 años luz de la Tierra. Los astrónomos creen que la luz de su explosión llegó hasta nosotros hace unos 1.700 años, lo que convierte a MSH 15-52 en uno de los restos de supernova más jóvenes conocidos en nuestra galaxia, según los miembros del equipo de Chandra.
Chandra ya ha tomado imágenes de la mano en el pasado; por ejemplo, fue objeto de una publicación fotográfica en abril de 2009. Sin embargo, un estudio reciente ha profundizado en la dinámica de la mano, utilizando imágenes de Chandra de 2004, 2008, 2017 y 2018.