Bilahari Kausikan, antiguo diplomático de alto nivel de Singapur, ha declarado que no espera que el desacuerdo sobre Taiwán desemboque en un conflicto. «Durante la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que duró 40 años, la disuasión nuclear mantuvo la paz al menos entre los dos principales. Creo que volverá a mantener la paz entre Estados Unidos y China», declaró Kausikan a la CNBC, refiriéndose a Taiwán como la tensión «más peligrosa» en su relación.
Ambas naciones disponen de un arsenal nuclear. En un informe presentado al Congreso, las estadísticas del Pentágono sugieren que el de China puede ser relativamente pequeño: alrededor de unas 200. Estados Unidos dispone de unas 3.800 cabezas nucleares.
Reuters ha informado de que China ha iniciado la construcción de más de 100 nuevos silos de misiles y el Pentágono espera que su arsenal de cabezas nucleares se duplique como mínimo.
El hecho de que ambas naciones posean armas nucleares puede impedir que la otra ataque por miedo a las represalias nucleares.
Taiwán es una nación gobernada democráticamente, sin embargo, China reclama la soberanía sobre la isla y ha indicado que planea fusionarla con el continente. Se teme que esto no ocurra de forma pacífica.
China no ha descartado el uso de la fuerza para lograr un objetivo deseable en relación con Taiwán.
Esto se produce una semana después de que el ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, anunciara que la seguridad de Taiwán está ligada directamente a Japón y subrayara la importancia de la intervención japonesa en caso de conflicto por Taiwán.
«La paz y la estabilidad de Taiwán están directamente vinculadas a Japón y estamos vigilando de cerca los lazos entre China y Taiwán, así como la actividad militar china», declaró a Bloomberg.
«A medida que China refuerza su ejército, la balanza con Taiwán se inclina fuertemente hacia el lado chino».
También sigue a la revelación de que las fuerzas armadas estadounidenses y japonesas se han estado preparando para un posible conflicto con China sobre Taiwán.
Los dos aliados han estado realizando ejercicios militares conjuntos y juegos de guerra alrededor de las deshabitadas islas Senkaku, situadas a 330 km de China y controladas por Japón.
Los preparativos serios para un conflicto con China comenzaron en el último año de la administración de Donald Trump.
Yasuhide Nakayama, viceministro de Defensa japonés, habló en el think tank Hudson Institute sobre la amenaza que supone China para Taiwán.
Cree que es necesario «despertar» de la presión china sobre el país y que Japón tiene que «proteger a Taiwán como país democrático».
«No somos amigos de Taiwán, somos hermanos», dijo.
China lleva muchos años planeando unir Taiwán con el continente y Kevin Rudd, ex primer ministro australiano, está preocupado por las implicaciones globales que tendrá esta integración.
«Creo que nos adentraremos en un periodo en el que China estudiará sus opciones para volver a unir políticamente a Taiwán con China cuando lleguemos a finales de la década de 2020 y en la de 2030», declaró Rudd a la CNBC.
«Y es entonces cuando creo que se vuelve peligroso para todos nosotros».
EE.UU. y Taiwán están trabajando actualmente en la búsqueda de un acuerdo comercial, una fuente probable de mayor frustración en Pekín.