Al menos dos personas han muerto y muchas otras han sido dadas por desaparecidas este sábado, después de que las fuertes lluvias azotaran la ciudad central japonesa de Atami, en Shizuoka, provocando corrimientos de tierra, según la cadena pública NHK.
Dos personas fueron «encontradas en estado de parada cardiaca y respiratoria», dijo el gobernador de Shizuoka, una expresión utilizada a menudo en Japón antes de confirmar la muerte.
«Debido a las fuertes lluvias, el suelo se aflojó y se produjo el corrimiento de tierra… tomó velocidad y arrastró casas junto con personas», dijo el gobernador Heita Kawakatsu a los periodistas.
Atami se encuentra a unos 100 km al suroeste de la capital, Tokio.
Un vídeo publicado en las redes sociales mostraba el momento en que las aguas arrasaban Atami, destruyendo varias casas a su paso mientras varios espectadores asustados corrían para salvar sus vidas.
En el vídeo también se oye a una mujer decir «qué miedo» segundos antes de que se produjera la riada.
El informe indica que la policía y los bomberos están buscando a los desaparecidos, mientras las autoridades de Shizuoka piden ayuda al gobierno nacional para ayudar en la situación de emergencia.
La operación ferroviaria cerca del lugar de la catástrofe ha sido suspendida mientras los rescatistas y demás personal de emergencia rastrean la zona en busca de supervivientes.
Según la NHK, en las últimas 48 horas se han registrado fuertes lluvias récord en Shizuoka, así como en la prefectura de Kanagawa, lo que ha llevado a las autoridades locales a elevar su alerta sobre posibles inundaciones y «desastres relacionados con los sedimentos».
En Kanagawa se informó de que al menos una persona había resultado herida después de que un corrimiento de tierras provocara el vuelco de un vehículo.
Según la agencia meteorológica japonesa, se espera que las lluvias continúen en varias zonas de Japón en los próximos dos días.
El año pasado, por las mismas fechas, al menos 50 personas perdieron la vida tras las fuertes inundaciones y corrimientos de tierra que devastaron el suroeste de Japón.