(Imagen portada vía @USNavyEurope)
Marineros estadounidenses al mando de un buque de desembarco naval han puesto rumbo al Mar Negro para participar en juegos de guerra junto a otras fuerzas de la OTAN, según ha anunciado este jueves la Sexta Flota de Estados Unidos, en medio de los temores de conflicto en la región.
Según los mandos, el buque naval estadounidense Yuma, una embarcación expedicionaria de transporte rápido de clase Spearhead, «inició su tránsito hacia el norte, hacia el Mar Negro, para operar con nuestros aliados y socios de la OTAN». El catamarán de doble casco es capaz de transportar a toda una compañía de marines estadounidenses y está equipado con una cubierta de vuelo y una rampa para que los vehículos blindados puedan entrar rápidamente en combate.
El Yuma participará en las colosales maniobras «Sea Breeze» junto con personal de 32 naciones distintas, como Ucrania, Reino Unido, Francia, Polonia, Georgia, Senegal, Corea del Sur, Pakistán, Japón y Marruecos, entre otros.
Moscú ha dicho que el simulacro supone un riesgo real de escalada de las tensiones militares. El mes pasado, sus diplomáticos pidieron a Estados Unidos que se abstuviera de participar, afirmando que «la escala y la naturaleza agresiva de los ejercicios ‘Sea Breeze’ no ayudan en absoluto a los verdaderos desafíos de garantizar la seguridad en la región del Mar Negro».
Según los enviados, los simulacros de la OTAN «aumentarán el riesgo de incidentes involuntarios» y al mismo tiempo «fomentarán los sentimientos militaristas en Kiev». Un portavoz de la Sexta Flota de EE.UU. había declarado anteriormente que Washington está «orgulloso de asociarse con Ucrania para acoger conjuntamente el ejercicio marítimo multinacional».
Los juegos de guerra durarán hasta el 10 de julio y, según los jefes militares estadounidenses, los marineros ensayarán «múltiples áreas de guerra, incluyendo la guerra anfibia, la guerra de maniobras en tierra, las operaciones de buceo, las operaciones de interdicción marítima, la defensa aérea, la integración de operaciones especiales, la guerra antisubmarina y las operaciones de búsqueda y rescate».
Los simulacros se han realizado en años anteriores, pero la actual iteración se produce en medio de importantes tensiones entre la OTAN y Rusia. Hace dos semanas, un buque de guerra británico, el HMS Defender, provocó un incidente diplomático al cruzar la frontera en aguas de la disputada península de Crimea.
Rusia, que considera la región parte integrante de su territorio soberano, respondió con sobrevuelos aéreos y disparos de advertencia desde un buque de guerra cercano. Londres se niega a reconocer la soberanía rusa sobre Crimea e insiste en que las aguas pertenecen a Kiev.