Las fuertes lluvias e inundaciones repentinas han afectado a 13 de los 18 estados de Sudán, afectando a más de 288.000 residentes y refugiados, según Naciones Unidas.
En el vecino Sudán del Sur, el diluvio afectó y desplazó a unas 426.000 personas, agravando las crecientes necesidades humanitarias en Sudán, según la ONU.
En Sudán, miles de refugiados fueron reubicados en diferentes campamentos, mientras que otros se refugiaron en aldeas que se salvaron, pero muchos viven ahora en la calle.
«Se han quedado sin hogar», dijo Ibrahim Mohamed, un alto funcionario de la comisión de refugiados de Sudán.
«Nos enfrentamos al grave problema de encontrar nuevas tierras para reubicarlos».
Las lluvias torrenciales azotan a Sudán todos los años entre junio y octubre, y a menudo dejan al país sumido en graves inundaciones que destruyen propiedades, infraestructuras y cultivos.
El año pasado, Sudán declaró el estado de emergencia durante tres meses, ya que las inundaciones que, según la ONU, fueron las peores del país en un siglo, dejaron unos 140 muertos y 900.000 afectados.
En lo que va de año, las inundaciones han matado a más de 80 personas en todo el país y han dañado o destruido unas 35.000 viviendas, según las autoridades sudanesas.