China ha llevado a cabo la primera demolición de un puerto con explosivos submarinos, una táctica que, según los medios de comunicación estatales, podría utilizarse contra Estados Unidos en caso de guerra.
El ejército de Pekín llevó a cabo la prueba el sábado, utilizando cargas submarinas para destruir un muelle ficticio en un lugar no revelado de China.
La tecnología está diseñada para cortar las líneas de suministro del enemigo en caso de conflicto, dijo el periódico estatal Global Times, añadiendo que los ataques furtivos con cargas submarinas harán vulnerables a grandes buques como los portaaviones estadounidenses.
Se trata de la última de una serie de pruebas militares chinas, incluido el lanzamiento de un satélite la semana pasada que, según advierte Estados Unidos, podría atacar a otras naves espaciales, y dos pruebas de un arma orbital que los analistas creen que es un arma nuclear hipersónica.