Los expertos afirman que China ha realizado una serie de avances «inmensos» en relación con su reactor de fusión, denominado «sol artificial», que puede arder a temperaturas de hasta 120 millones de grados.
Deja atrás a otras naciones, como EE.UU. y el Reino Unido, que investigan esta tecnología, mientras el Estado del Partido Comunista trata de consolidar su lugar en la cima.
El llamado «sol artificial» utiliza la fusión nuclear.
La capacidad de la fusión nuclear para producir cantidades ilimitadas de energía segura la ha convertido en el santo grial de los científicos del sector.
Los científicos pretenden replicar los procesos que proporcionan a la Tierra calor y luz al quemarse en las profundidades del núcleo del Sol.
Y difiere significativamente de la energía nuclear convencional, llamada fisión, que ha sido nuestra única forma de obtener electricidad a partir de átomos desde la década de 1950.
En los últimos seis meses se han producido avances que han llevado a muchos a pensar que se trata de un caso de «cuándo» y no de «si», con todas las miradas puestas en quién puede llevar la tecnología a la meta en la carrera.
China acaba de anunciar que ha puesto en marcha su reactor solar, y en nuevos experimentos se ha visto cómo ardía a temperaturas extraordinarias durante el periodo más largo de su historia, 20 minutos.