Los países más pobres del norte de África, Asia y Oriente Medio, que dependen en gran medida de las importaciones de trigo, corren el riesgo de sufrir una importante inseguridad alimentaria a causa de la guerra de Rusia en Ucrania, y el conflicto está a punto de hacer subir los precios de los alimentos, ya disparados en gran parte del mundo, advirtió el viernes la agencia alimentaria de la ONU.
Rusia, que está sometida a fuertes sanciones económicas por invadir a su vecino hace dos semanas, representan un tercio de las exportaciones mundiales de cereales.
Ante la incertidumbre sobre la intensidad y duración del conflicto, «las probables interrupciones de las actividades agrícolas de estos dos grandes exportadores de productos básicos podrían agravar seriamente la inseguridad alimentaria a nivel mundial, cuando los precios internacionales de los alimentos y los insumos son ya elevados y vulnerables», señaló Qu Dongyu, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con sede en Roma.