Unos 26 millones de habitantes de la capital económica de China, Shanghái, se verán confinados en sus casas cuando Pekín imponga un cierre masivo de la ciudad a partir del lunes, en un intento de mantener la política de «cero celo».
El bloqueo se llevará a cabo en dos fases. En primer lugar, el distrito financiero de Pudong, en Shanghái, y las zonas cercanas estarán en cuarentena de lunes a viernes. En segundo lugar, Pudong pasará el testigo a la amplia zona del centro de la ciudad al oeste del río Huangpu, que comenzará su propio bloqueo de cinco días el viernes.
Para controlar el creciente brote de Covid , el cierre irá acompañado de una nueva ronda de pruebas masivas de ácido nucleico en toda la ciudad, informó la agencia china Xinhua, citando a funcionarios de Shanghai. Pekín registró 3.500 casos de la infección el domingo.
Como todos los residentes deben permanecer en casa y evitar cualquier contacto con el mundo exterior, se suspenderá todo el transporte público en las zonas bloqueadas.
Los comestibles se entregarán y dejarán en los puestos de control. Todas las empresas no esenciales de Shanghai cerrarán sus oficinas, haciendo que los empleados trabajen desde casa.