Corea del Norte ha informado de un aumento masivo de un misterioso brote de «fiebre», que incluye casi dos docenas de muertes adicionales y decenas de miles de nuevos casos. Kim Jong-un calificó la epidemia como una de las mayores «turbulencias» de la historia de la nación.
Las autoridades sanitarias confirmaron el viernes 174.440 «nuevos casos de fiebre» en todo el país y 21 víctimas mortales -frente a los seis fallecidos del día anterior-, informó la agencia estatal KCNA, señalando que el número total de infectados había superado los 524.000 desde finales de abril. Unos 288.810 están ahora en cuarentena o recibiendo tratamiento.
En su intervención durante una reunión del Politburó, el líder nacional Kim Jong-un destacó la «eficacia de los bloqueos regionales y las medidas de contención unidad por unidad», y pidió una respuesta gubernamental «meticulosa» y esfuerzos adicionales para «aumentar la conciencia científica de la cuarentena entre todo el pueblo».
«La propagación de esta virulenta enfermedad infecciosa en nuestro país es uno de los mayores períodos de agitación desde la fundación de nuestro Estado, al igual que la propagación del coronavirus es muy grave en todo el mundo», añadió Kim.