El cometa SW3, de nombre completo 73P/Schwassmann-Wachmann 3, es el responsable de los fragmentos de polvo que provocan la lluvia de meteoritos Tau Herculids.
El SW3 se dividió en grandes fragmentos en 1995, y ha seguido fragmentándose desde entonces.
La próxima semana la Tierra podría tener una interacción directa con los restos del cometa por primera vez.
Sin embargo, la NASA no sabe si los restos llegarán hasta nosotros este año y ha advertido que las Tau Herculids serán «todo o nada».
Una lluvia de meteoros se produce cuando la Tierra atraviesa la estela de restos dejada por un cometa o asteroide.
La mayoría de las lluvias de estrellas son predecibles y se repiten anualmente cuando la Tierra atraviesa una determinada estela de escombros.
Sin embargo, de vez en cuando la Tierra atraviesa un grupo de polvo espacial especialmente estrecho y denso que se convierte en miles de estrellas fugaces de rápido movimiento.
Esto se conoce como tormenta de meteoritos, y proporciona un espectáculo deslumbrante para los observadores de estrellas.
El patrón estelar asociado a las Tau Hércules es la constelación de Hércules, la quinta más grande del cielo, y la lluvia parece irradiar desde un punto situado a unos diez grados de la estrella Arcturus.
La SW3 fue vista por primera vez en 1930 por los observadores alemanes Arnold Schwassmann y Arno Arthur Wachmann, quienes determinaron que tenía una órbita de 5,4 años.
Con el tiempo se volvió muy débil, pero en 1995 se volvió inesperadamente casi 400 veces más brillante y fue incluso visible a simple vista.
El núcleo helado del cometa se había dividido en cuatro, liberando enormes cantidades de gas y escombros, que continuaron mientras orbitaba el Sol.
En 2006, el cometa destrozado estaba en 68 pedazos, y es probable que se haya roto aún más desde entonces.
Los modelos informáticos sugieren que los fragmentos del SW3 se han ido extendiendo fuera de su órbita como tentáculos.
Sin embargo, estos fragmentos no son visibles hasta que la Tierra se precipita sobre ellos.
Este año, nuestro planeta se cruzará en su camino el 31 de mayo, aunque se supone que el cometa no pasará hasta unos meses después.