El número de muertos por las catastróficas inundaciones en Pakistán ha superado los 1.400, ya que las previsiones de más lluvias en algunas partes de la provincia de Sindh, la más afectada, hacen temer más inundaciones.
Las autoridades se esfuerzan por evacuar a la gente de las zonas inundadas de Sindh, ya que el departamento de meteorología ha dicho que se esperan lluvias de moderadas a fuertes en varios distritos de la provincia en las próximas 24 a 72 horas. Al menos 638 personas han muerto en la provincia, entre ellas 274 niños.
Una central eléctrica clave en el distrito de Dadu, en Sindh, a unos 335 km al norte de Karachi, la capital de la provincia, que suministra energía a millones de personas, se enfrenta a una creciente amenaza de inundación, según las autoridades.
Alrededor de un tercio de Pakistán está sumergido por el deshielo de los glaciares y las lluvias monzónicas récord que comenzaron en junio, y que afectan a más de 33 millones de personas. El gobierno revisó la semana pasada su estimación inicial de pérdidas por las devastadoras inundaciones de 10.000 a 30.000 millones de dólares.
Cerca de un millón de personas se han quedado sin hogar, muchas de ellas durmiendo a la intemperie en carreteras y planos superiores.