( Imagen de portada referencial)
Somalia se enfrenta a una hambruna de una magnitud nunca vista hace medio siglo, según ha declarado Naciones Unidas, que ha fijado un nuevo objetivo de más de 2.000 millones de dólares en necesidades de financiación.
«Las cosas están mal y todo indica que van a empeorar», dijo James Elder, portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), a los periodistas el martes a través de una conexión de vídeo desde la nación del Cuerno de África asolada por la sequía.
«Sin una mayor acción e inversión, nos enfrentamos a la muerte de niños a una escala no vista en medio siglo», dijo Elder.
En agosto, 44.000 niños fueron ingresados en establecimientos sanitarios con desnutrición aguda severa, una condición que significa que un niño tiene hasta 11 veces más probabilidades de morir de diarrea y sarampión que un homólogo bien alimentado, dijo Elder.
«Eso es un niño por minuto», dijo Elder. «Un niño cuya madre ha caminado días para llevar a su hijo a la ayuda. Un niño cuyo cuerpo lucha por sobrevivir. Un niño cuya vida pende de un hilo».
Somalia ha sufrido cuatro fracasos sucesivos en sus temporadas de lluvias desde finales de 2020, y se teme que se esté produciendo un quinto fracaso.