«Según nuestra información actual, no hubo pérdidas de vidas en el terremoto de magnitud 4,9 que causó un gran pánico en İzmir. Un total de 64 personas resultaron afectadas por el pánico… El tratamiento de siete personas continúa, mientras que una de ellas se encuentra en estado grave», dijo el ministro de Salud, Fahrettin Koca, en una publicación en las redes sociales.
Un total de 20 edificios resultaron dañados por el seísmo, informó el ministro del Interior, Süleyman Soylu, quien añadió que también quedó destruido el minarete de una mezquita.
Después de que el terremoto se produjera a 14,4 kilómetros (8,1 millas) bajo la superficie en el distrito de Buca, se produjeron 80 réplicas con magnitudes que oscilaron entre 1,0 y 2,7, dijo AFAD.
Turquía está atravesada por líneas de falla y es propensa a los terremotos. Más de 500 personas murieron en un terremoto en 2011 en la ciudad oriental de Van, mientras que otro en enero de este año mató a 41 personas en la provincia oriental de Elazığ.
En 1999, dos potentes terremotos mataron a 18.000 personas en el noroeste de Turquía.