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Más de 7,5 millones de personas, incluidos niños, del Sahel central africano corren el riesgo de padecer hambre extrema el próximo verano, mientras las guerras intestinas y los desplazamientos se cobran víctimas en toda la región, según un informe publicado el martes por las agencias de ayuda humanitaria.
«El momento de actuar es ahora. La vida de los niños depende de ello», declaró Abdou Malam Dodo, responsable de alimentación y seguridad en África Occidental y Central de la organización estadounidense Save the Children.
Dodo afirma en el informe, elaborado junto con la Dirección General de Protección Civil y Operaciones Humanitarias de la UE, que las familias de las zonas áridas de Níger, Malí y Burkina Faso se verán obligadas a reducir o saltarse comidas para sobrevivir a la temporada de escasez sin financiación adicional.
