Astrónomos de Estados Unidos revelaron el miércoles que habían sido testigos por primera vez de una de las fuerzas más destructivas del cosmos: una estrella moribunda que se había expandido masivamente hasta convertirse en una gigante roja y había destruido un planeta que tuvo la desgracia de encontrarse cerca. Y dado que el planeta ahora destruido era unas 11 veces mayor que la Tierra, los científicos no esperan que nuestro planeta natal oponga mucha resistencia cuando sea destruido por el Sol dentro de unos cinco mil millones de años. Los científicos creen que la mayoría de los planetas acaban destruyéndose cuando su estrella anfitriona quema toda la energía de que dispone y comienza su proceso de muerte expandiéndose hasta convertirse en una gigante roja. Se trata de la fase final de la evolución estelar, en la que la estrella se hunde arrastrando consigo a su tumba celeste todo lo que se encuentra cerca. “Lo que nos faltaba era atrapar la estrella en el acto, donde tienes un planeta que sufre este destino en tiempo real. Eso es lo que hace que este descubrimiento sea realmente emocionante”. El estudio ha sido publicado en la revista Nature .
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