La explosión ocurrió en un momento en que los participantes se encontraban en una carpa en el interior del recinto donde se celebraba la convención. Según testigos, la detonación fue muy fuerte y se escuchó a varios kilómetros de distancia.
Las autoridades han iniciado una investigación para determinar quiénes son los responsables del ataque. Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría del atentado.
La convención del Jamiat Ulema-e-Islam es un evento importante en la región y reúne a miles de seguidores del partido. Este partido político es uno de los más influyentes en la provincia de Jaiber Pajtunjuá y tiene un importante apoyo entre los grupos conservadores y religiosos.
El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, condenó el ataque y expresó sus condolencias a las familias de las víctimas. También ordenó a las autoridades que brinden asistencia médica y apoyo a los heridos.
Este ataque se produce en un contexto de violencia continua en Pakistán, donde grupos extremistas han llevado a cabo numerosos atentados en los últimos años. A pesar de los esfuerzos del gobierno por mejorar la seguridad, los grupos terroristas siguen representando una amenaza para la estabilidad del país.