En julio , las temperaturas del aire y la superficie de los océanos alcanzaron nuevos récords históricos. Burgess declaró en una conferencia de prensa de la ONU en Ginebra que estos récords tienen efectos perjudiciales tanto para las personas como para un planeta que está experimentando fenómenos extremos cada vez más frecuentes e intensos.
En julio, se registraron 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales y 0,43 °C por encima de la media reciente.
Los datos de Copernicus indican que julio también fue 0,72 °C más cálido que el promedio de 1991-2020 y 1,5 °C más cálido que el promedio de 1850-1900.
Burgess afirmó que las temperaturas medias de la superficie del mar en todo el mundo continuaron aumentando después de un extenso período de temperaturas excepcionalmente altas desde abril de 2023, alcanzando niveles récord en julio.
