En un estudio publicado en la revista Environmental Chemistry Letters, investigadores japoneses descubrieron que ahora hay microplásticos presentes en las nubes.
Para recoger agua de la niebla que rodea los picos de las montañas, cuya altura oscilaba entre 1.300 y 3.776 metros, los investigadores escalaron las cumbres del monte Oyama y del monte Fuji.
El equipo utilizó métodos de imágenes de vanguardia para identificar al menos nueve tipos diferentes de polímeros y un tipo de caucho en sus muestras. Con una concentración de 6 a 13 piezas por litro, los plásticos tenían un tamaño de 7 a 94 micrómetros.
Los microplásticos encontrados incluyeron polietileno, polipropileno, tereftalato de polietileno, metacrilato de polimetilo, resina epoxi, poliamida 6, copolímero de etileno-propileno o aleación de polietileno-polipropileno y poliuretano.
Sin embargo, esta no es la primera vez que se encuentran microplásticos en una sustancia que no les pertenece.
Según una investigación, se han encontrado grandes cantidades de microplásticos en los pulmones, el corazón, la sangre, la placenta y las heces de humanos y animales. El comunicado dice: «Diez millones de toneladas de estos trozos de plástico terminan en el océano, se liberan con las salpicaduras del océano y llegan a la atmósfera».
Okochi emitió un comunicado en el que lanza una advertencia: «El cambio climático y los riesgos ecológicos pueden convertirse en una realidad, causando daños ambientales graves e irreversibles en el futuro».