Según estudios científicos, existe la posibilidad de que la Tierra albergue fragmentos de otro planeta tras una colisión ocurrida hace más de 4.500 millones de años.
El estudio, que fue publicado en la prestigiosa revista Nature y posteriormente divulgado por el reconocido periódico El País, revela la presencia de dos enormes masas en las profundidades del manto terrestre, específicamente bajo África Occidental y el océano Pacífico. En síntesis, estamos hablando de dos capas rocosas con un comportamiento sorprendente.
La publicación explica que cuando ocurre un terremoto, las ondas sísmicas se vuelven más lentas al cruzar los materiales de las masas. Esto lleva a la sugerencia de que están compuestas por elementos más densos que el resto del manto terrestre.
El geólogo Qian Yuan, quien formó parte del estudio, declaró a El País que en un principio la posibilidad de que la Tierra contuviera restos de otro planeta parecía ser solo «una idea extravagante». No obstante, resalta que con las nuevas pruebas, podría afirmar que es altamente probable.
Durante la investigación, los científicos vuelven a examinar la teoría de que la Luna se originó debido a la colisión de la Tierra con un objeto celeste similar en tamaño a Marte, al cual se le ha denominado Tea.
El diario español resume que según las simulaciones informáticas de Qian Yuan y su equipo, una parte del manto fundido de Tea se introdujo en el manto terrestre original y se enfrió, luego hundiéndose para formar las extensas y misteriosas zonas sísmicas anómalas que actualmente intrigan a los científicos.
El científico Hongping Deng, miembro del Observatorio Astronómico de Shanghái, afirmó que nuestros descubrimientos desafían la noción convencional de que el gran impacto causó la homogeneización de la Tierra primitiva.
Según el especialista, se cree que el impacto masivo de la Luna fue responsable de la diversidad en el manto temprano, marcando así el comienzo de la evolución geológica de la Tierra a lo largo de 4.500 millones de años.