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En octubre de 2022, un estudio reciente descubrió que una supernova ubicada a casi 2.000 millones de años luz de distancia logró causar temporalmente daños en la capa de ozono de la Tierra. El impactante caso revela la capacidad de este evento cósmico para afectar nuestro planeta desde una distancia tan lejana. A pesar de que el agotamiento de la capa de ozono provocado por la explosión fue breve y no fue considerado como algo «grave», los científicos subrayan la importancia de entender cómo incluso las explosiones remotas pueden afectar el escudo protector de nuestro planeta. Pietro Ubertini, un astrónomo del Instituto Nacional de Astrofísica de Roma, explicó que la explosión causó una breve reducción del ozono en la atmósfera superior de la Tierra, un evento detectable solo por unos minutos.
El grupo de científicos examinó información del satélite sismoelectromagnético de China y la compararon con las señales del Laboratorio Internacional de Astrofísica de Rayos Gamma de la Agencia Espacial Europea. Se observó un pico significativo en el campo eléctrico en la parte superior de la ionosfera, lo que sugiere que las moléculas de ozono y nitrógeno se ionizaron debido a la exposición a rayos gamma. Temporalmente, la ionización expuso a la Tierra a niveles más elevados de radiación solar.
Según la física solar de la Agencia Espacial Europea, Laura Hayes, este estudio es el primero en demostrar que los estallidos de rayos gamma suelen afectar a la ionosfera inferior, pero también tienen influencia en toda la esfera. Ubertini destacó que las explosiones de gran alcance son poco frecuentes y ocurren solo cada 10.000 años, además señaló que su alineación debe ser perfecta para tener impacto en la Tierra. La investigación se dio a conocer en la revista Nature Communications.