El Ártico atraviesa su verano más cálido en registros históricos, con temperaturas que en julio de 2025 superaron en 3 °C la media estacional y provocaron la segunda menor extensión de hielo marino jamás medida, según el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC). La nueva investigación, publicada en Arctic News, advierte que el calor extremo, potenciado por la Corriente del Golfo y fenómenos meteorológicos como olas de calor y lluvias sobre el hielo, está acelerando el deshielo y la inestabilidad del permafrost. La temperatura superficial del mar en el Atlántico Norte alcanzó los 32,8 °C el 5 de agosto, mientras que en el estrecho de Bering llegó a 20,3 °C, agravando la pérdida de hielo. La Organización Meteorológica Mundial alerta que el Ártico se calienta a más del doble del ritmo global, impulsando ciclos de retroalimentación como el efecto albedo y generando un aumento de fenómenos extremos que, según los científicos, se intensificarán en los próximos años.
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