Delhi está siendo testigo de uno de sus peores enfrentamientos en los últimos tiempos, ya que dos comunidades se han estado lanzando piedras y bombas de gasolina la una a la otra desde el lunes. A pesar de las duras medidas impuestas, los disturbios no se han detenido, resultando en enfrentamientos nocturnos en diferentes partes de la ciudad.
Un oficial de policía y cinco civiles resultaron muertos y 70 heridos en el enfrentamiento del lunes en Nueva Delhi entre miles de manifestantes a favor y en contra de la nueva ley de ciudadanía. Los disturbios tuvieron lugar a pocos kilómetros de donde el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá con el Primer Ministro de la India, Narendra Modi, el martes.
Según informes oficiales, el oficial de policía Ratan Lal, y los civiles Mohammed Furqan, Mohammed Shahid, Rahul y Vinod murieron en los enfrentamientos en la sección noreste de Delhi. Los registros muestran que al menos 45 personas fueron admitidas en el Hospital Guru Teg Bahadur, mientras que otras 15 han sido hospitalizadas en el Hospital Jag Parvesh de Delhi. Seis oficiales de policía fueron hospitalizados en estado grave en el Hospital Max.
Los vídeos de los lugares de enfrentamiento muestran a la gente tirando piedras, así como prendiendo fuego a vehículos, surtidores de gasolina y tiendas. Fuentes del Ministerio del Interior de la India dijeron que se han desplegado fuerzas paramilitares adicionales en la región y que la policía ha hecho cumplir el artículo 144 de la ley india, que prohíbe las grandes concentraciones en las zonas afectadas.
A pesar de la prohibición de las grandes reuniones, la gente sigue tomando las calles en zonas sensibles como Gokulpuri Bhajanpura, Maujpur y Jaffrabad. Vehículos, tiendas y edificios fueron incendiados en la región durante la noche.
Los manifestantes han estado realizando grandes protestas en Delhi desde diciembre de 2019, después de que el gobierno de Modi enmendara la ley de ciudadanía del país, que tiene seis décadas de antigüedad.
La ley de ciudadanía enmendada otorga la nacionalidad a los no musulmanes de tres países vecinos dominados por los musulmanes: Pakistán, Afganistán y Bangladesh.
Los musulmanes han acusado al gobierno de socavar las tradiciones seculares, y han pedido que la ley se enmiende una vez más para incluir la elegibilidad de los musulmanes para la ciudadanía.