Los incidentes se han intensificado después de que la conspiración relacionara a 5G con la propagación del coronavirus. La organización comercial Mobile UK afirma que se han reportado veinte casos más de ataques a los mástiles de 5G durante el último fin de semana. También se produjeron incidentes similares en los Países Bajos y en la República de Irlanda.
Los comentarios se producen después de que se planteara la preocupación de que dichos incidentes pudieran haber sido provocados por la creciente prevalencia de las teorías de conspiración en línea, que afirman que existe un vínculo entre los mástiles 5G y la propagación del coronavirus.
Los científicos, así como los principales funcionarios de salud y del gobierno británico, han reiterado que no hay pruebas concretas que sugieran que la radiación 5G causa enfermedades o dolencias físicas, y el profesor Stephen Powis, director médico nacional del NHS de Inglaterra, calificó las afirmaciones de «escandalosas» , y el Canciller del Ducado de Lancaster Michael Gove, calificó los vínculos de «tonterías peligrosas», en la sesión informativa diaria de COVID-19 del sábado pasado.
Los gigantes de la tecnología, YouTube y Facebook, han tomado ahora medidas para abordar el asunto: el primero prohibió los vídeos que vinculan los mástiles 5G con la propagación del coronavirus, y el segundo impidió que los usuarios reenviaran un mensaje a más de un chat a la vez en su servicio WhatsApp, en un intento de reprimir la desinformación.
La controversia también ha estado en el centro del debate en la Cámara de los Comunes británica en las últimas semanas, con destacados diputados del Partido Conservador como Iain-Duncan Smith pidiendo al Primer Ministro Boris Johnson que se retire del acuerdo que había acordado previamente con la empresa china Huawei, que les permitiría desplegar la red 5G del Reino Unido, ya que percibe que las instalaciones son una amenaza directa para la seguridad nacional del país.
Sin embargo, Johnson aún no ha rescindido el acuerdo con Huawei, pero podría enfrentarse a una creciente presión para hacerlo después de la pandemia de coronavirus, en caso de que las relaciones entre China y Occidente sigan deteriorándose.