La lava que arroja Nishinoshima, un islote volcánico muy al sur de Tokio, alcanzó un récord de 200 metros sobre el cráter durante las continuas erupciones a principios de este mes, según anunció el 15 de julio la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).
La agencia dijo que su buque de investigación Ryofu Maru observó el volcán arrojando constantemente grandes volúmenes de ceniza volcánica y disparando grandes cenizas el 11 de julio. La nave vio las expulsiones de lava de 200 metros esa misma noche. El islote es parte de la cadena de islas Ogasawara, designadas Patrimonio Mundial, a unos 1.000 kilómetros al sur de la capital japonesa.
«Una erupción de esta magnitud es la primera registrada desde 2013», comentó un representante de la JMA.
Mientras que el cono piroclástico del islote – generado por la ceniza y la lluvia de lava que se acumula alrededor del cráter – se había mantenido a unos 160 metros de altura antes de que las erupciones se reiniciaran en diciembre de 2019, ahora se estima que el cono alcanza hasta 200 metros de altura. La superficie de la isla deshabitada se ha ido expandiendo desde que se reanudaron las erupciones volcánicas, alcanzando unos 3,9 kilómetros cuadrados a partir del 5 de junio.
Desde mediados de junio, se ha observado casi diariamente un penacho de humo que se eleva más de 2.000 metros sobre la isla. La columna de humo alcanzó un récord de 8.300 metros más o menos en el cielo el 4 de julio.
Un representante de la División de Vulcanología de la agencia meteorológica dijo que la serie de fenómenos indicaba «un estado en el que el magma está ascendiendo en grandes volúmenes». El JMA continúa advirtiendo contra la aproximación de personas al volcán, y pide a las naves que navegan cerca que tengan cuidado con las grandes cenizas y flujos de lava a unos 2,5 kilómetros del cráter.
(Original japonés por Tomoko Mimata, Departamento de Noticias de Ciencia y Medio Ambiente)