Las autoridades chinas se preparan para sufrir más daños, ya que 15 elefantes asiáticos salvajes protegidos no se dejan intimidar por las personas y los vehículos desplegados para mantenerlos alejados de las zonas pobladas por humanos.
La manada partió de una reserva natural en la prefectura autónoma de Xishuangbanna, en el sur del país, y recorrió unas 300 millas (500 km) durante más de un año. El domingo se formó un comando especial en la provincia de Yunnan para vigilar y, con suerte, dirigir la migración, y desplegó 14 drones para comprobar el progreso de los elefantes.
También movilizó a 510 personas y más de 110 vehículos en un intento de bloquear las carreteras y desviar a los animales de la capital provincial, Kunming, hacia zonas rurales menos pobladas, informó la agencia de noticias Xinhua.
Los elefantes asiáticos son una especie estrictamente protegida en China. Esa manada salvaje en particular, que había viajado más al norte que ninguna otra de su especie antes, ha cautivado la imaginación del pueblo chino. En las redes sociales chinas han corrido los vídeos en los que se ve a los viajeros con trompa recorriendo las carreteras evacuadas, sirviéndose de la comida y el agua de los humanos .
No está claro qué desencadenó el largo viaje, que comenzó en marzo de 2020. Algunos expertos sugieren que es un testimonio del éxito de China en la conservación y el aumento de su población de elefantes asiáticos. La manada comenzó con 16 cabezas, pero se ha separado de algunos miembros, mientras que algunas crías de elefante han nacido durante el viaje. Su inusual trayectoria hacia el norte sigue siendo un misterio para los científicos.