En la Columbia Británica, Canadá, se ha registrado un aumento de las muertes, ya que está sufriendo una ola de calor sin precedentes que está asfixiando al país. Se cree que decenas de personas han sido víctimas de las temperaturas extremas.
Una ola de calor abrasador ha asolado las provincias occidentales de Canadá desde el viernes, lo que ha provocado un número abrumador de llamadas a los servicios de emergencia y la respuesta de la policía a un número dramáticamente mayor de muertes. En Vancouver, la policía informó de 65 muertes súbitas entre el viernes pasado y el martes por la tarde. Sólo el martes se registraron unas 20 muertes súbitas justo después del mediodía, aproximadamente cinco veces más que el número habitual en un día, informó la CBC Canadá.
En otros lugares de Metro Vancouver, la situación no es menos grave. En Surrey, la segunda ciudad más grande de Colombia Británica por población, la policía respondió a un total de 28 muertes súbitas desde el lunes hasta el martes por la tarde – un aumento de cinco veces de la norma de cinco alertas por día.
Aunque todavía se están investigando las causas exactas de las muertes, las autoridades relacionan el aumento del número de víctimas mortales con la ola de calor que bate récords. «Se cree que el calor es un factor que contribuye a la mayoría de las muertes. Muchos de los fallecidos son personas mayores», dijo el portavoz de la policía de Burnaby.
Desde el sábado está en vigor una «alerta por calor extremo» en Vancouver, en la que se insta a los residentes a «mantenerse alejados del sol en la medida de lo posible» debido a las temperaturas más altas de lo habitual, que el martes alcanzaron un nuevo máximo histórico.
El pueblo de Lytton, en la Columbia Británica, ha establecido récords de temperatura consecutivos, y el martes por la tarde se quedó a las puertas de los 50 grados C, ya que el aire se calentó hasta los 49,6 C (121,1F).
También se han emitido avisos de calor en partes de Ontario y Alberta.
El fenómeno ha alimentado los debates sobre los efectos del cambio climático, y algunos meteorólogos sostienen que la ola de calor es una consecuencia directa del calentamiento del planeta.