(Imagen de portada archivo)
Las autoridades japonesas están a punto de llegar a un acuerdo sobre los planes de vertido de aguas residuales radiactivas de la central nuclear de Fukushima inutilizada, más de una década después de que la instalación sufriera una gran contaminación tras el terremoto y el tsunami de Tohoku de 2011.
La Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) declaró que no había problemas pendientes con la propuesta tras una reunión celebrada el viernes, y espera tener preparado un borrador de documento de inspección ya el mes que viene, informó la NHK japonesa. No queda «ninguna cuestión que no se haya discutido lo suficiente», dijo un funcionario de la NRA.
Según el plan, el agua de la central de Fukushima Daiichi se verterá en el océano, después de haber sido tratada para eliminar gran parte de la contaminación radiactiva. Aunque las aguas residuales seguirán conteniendo tritio -un isótopo radiactivo del hidrógeno-, las autoridades prometen que se diluirán hasta niveles acordes con la normativa japonesa. El gobierno espera poner en marcha la iniciativa para la próxima primavera.