Los buques de guerra y las embarcaciones de la Armada rusa pronto llevarán nuevos misiles avanzados diseñados para derribar buques enemigos de un solo golpe crítico, después de que el Ministerio de Defensa de Moscú firmara un contrato con su fabricante.
El viernes, RIA Novosti informó de que los jefes militares habían firmado el acuerdo con la oficina de diseño de cohetes NPO Mashinostroyenia. Según los términos del acuerdo, las entregas del complejo Zircón se recibirán el año que viene, lo que supondrá la primera vez que un misil hipersónico antibuque de serie se despliega de forma rutinaria.
El mes pasado, un buque de guerra que navegaba en aguas del Ártico informó del éxito de las pruebas de disparo del Zircon. Según los funcionarios, «alcanzó el objetivo en el Mar Blanco con un impacto directo a una distancia de más de 350 kilómetros (217 millas). La prueba confirmó el rendimiento táctico y técnico del misil, y su velocidad de vuelo fue de alrededor de Mach 7». Esto significa que el proyectil voló a velocidad hipersónica, siete veces más rápido que la velocidad del sonido. El Zircon ha recibido el apodo de «asesino de portaaviones», ya que una sola ojiva puede derribar grandes objetivos.
Hace apenas unas semanas, el Jefe del Mando Estratégico de Estados Unidos, el Almirante Charles Richard, advirtió que la «actual arquitectura de sensores terrestres y espaciales de su país puede no ser suficiente para detectar y rastrear estos misiles hipersónicos». Según él, las flotas de la OTAN podrían ser vulnerables si los avances tecnológicos no siguen el ritmo de desarrollo de los misiles rusos.