La NASA acaba de observar que una estrella, distinta del Sol, emana CME (eyección de masa coronal), un fenómeno que a menudo se etiqueta como la mayor amenaza de la Tierra.
Un grupo de investigadores identificó recientemente una erupción poderosa por primera vez de una estrella activa, llamada HR 9024, que se encuentra a unos 450 años luz de distancia, utilizando el observatorio de rayos X Chandra. Se observó que la estrella emanaba un intenso destello de rayos X seguido de la emisión de una burbuja gigante de plasma, es decir. Gas caliente que contiene partículas cargadas. Un espectrómetro de rejilla de transmisión de alta energía, o HETGS, fue el instrumento utilizado para medir los movimientos de los plasmas coronales.
Para aquellos de ustedes que no saben de qué se trata la eyección de masa coronal o CME, son básicamente un gran evento en nuestra historia solar que libera gas solar violento, plasma y radiación electromagnética que puede expulsar más de diez mil millones de toneladas de materia solar hacia Tierra con un inmenso poder de miles de millones de bombas de hidrógeno. Y aunque se observa con mayor frecuencia alrededor del Sol, esta es la primera vez que se observa CME en una estrella que no es nuestro Sol.
Estas expulsiones son extremadamente poderosas y también pueden extenderse a lo largo de millones de millas en el espacio y pueden llegar a la Tierra en pocos días. Sin embargo, estas expulsiones no son algo nuevo, y han estado golpeando nuestro planeta desde el principio. De hecho, cada pocas semanas, estas CME llegan a nuestro planeta sin ningún impacto importante.
Sin embargo, solo porque la probabilidad de que estas CME golpeen nuestra Tierra sea baja no significa que nunca lo hará. Estas fluctuaciones energéticas son tan poderosas que si logra golpear la Tierra, puede inducir fluctuaciones eléctricas a nivel del suelo que podrían apagar los transformadores en las redes eléctricas, dice la NASA. Además, si estas partículas de CME logran colisionar con una electrónica crucial a bordo de un satélite, puede potencialmente romper sus sistemas.
Los resultados del estudio confirman que las CME también pueden producirse en estrellas activas magnéticamente y además brindan la oportunidad de estudiar estos dramáticos eventos en las estrellas y no solo en el Sol.