Los funcionarios canadienses están investigando qué esta matando ballenas francas del Atlántico Norte en peligro de extinción en junio.

Se están realizando necropsias en cuatro de las seis ballenas muertas encontradas recientemente en el Golfo de San Lorenzo.
Se han implementado medidas para prevenir más muertes al reducir el potencial de huelgas de barcos y enredos de artes de pesca.
Incluyen límites de velocidad para embarcaciones más grandes en áreas designadas y rutas marítimas.
Algunas áreas en el Atlántico canadiense y Quebec donde las ballenas han sido avistadas también se han cerrado a la pesca de cangrejos y langostas.
La investigación fue anunciada el día antes de que una sexta ballena muerta fuera avistada en la costa de la península de Gaspé el jueves. Actualmente, los funcionarios están evaluando las opciones de recuperación y necropsia.

Los funcionarios canadienses dijeron que las ballenas muertas se han encontrado en varios lugares y que actualmente no hay un patrón aparente en cuanto a la causa.
Hasta ahora, los resultados preliminares muestran la causa de la muerte de una ballena, una mujer de 40 años llamada Puntuacion, como consecuencia de un trauma agudo consistente con ser golpeado por un barco.
Los resultados de una necropsia en un hombre de nueve años, Wolverine, realizado a principios de este mes hasta ahora no han sido concluyentes.
Las ballenas francas del Atlántico norte fueron cazadas virtualmente hasta su extinción a principios de la década de 1890. Han sido catalogados como en peligro de extinción desde 1970 y siguen siendo una de las especies de ballenas grandes más amenazadas del mundo.

Se realizará una necropsia a un hombre de 34 años, Comet, en los próximos días, y hay planes para uno en otro cadáver no identificado.
La estimación actual de la población para la ballena franca del Atlántico Norte es de poco más de 400.
Los funcionarios de conservación de EE. UU. Y Canadá están preocupados por las muertes más recientes, quienes temen que se repita el año 2017, cuando se registraron 12 muertes en aguas canadienses y cinco en aguas estadounidenses.
La causa de esas muertes, cuando se pudieron determinar, fue un traumatismo por fuerza contundente debido a un presunto ataque de un barco o un enredo agudo de las artes de pesca.
Ha habido algunas buenas noticias para la especie: siete investigadores han descubierto siete terneros este año. Según los informes, los científicos no detectaron ningún recién nacido de ballena franca en 2018.
Las ballenas han estado cada vez más presentes en el Golfo de San Lorenzo en los últimos años, probablemente debido a un cambio en la fuente de plancton para la alimentación.
Los esfuerzos para proteger a las ballenas se han complicado en parte por el hecho de que las ballenas se están desplazando hacia el norte y el este de donde fueron avistadas en 2017.