A principios de julio, dos potentes terremotos sacudieron California. Se considera que el problema de pronosticar sismos no está resuelto. No obstante, científicos de Rusia aseguran haber encontrado la solución que podría revolucionar los pronósticos de terremotos y ayudar a salvar miles de vidas por todo el planeta.
Los recientes terremotos en California volvieron a sorprender a los especialistas que no esperaban que los sismos se produjeran en esta zona. A pesar de numerosas investigaciones, miles de personas mueren debido a los terremotos cada año. Según las fuentes abiertas, en 2018 se produjeron más de 5.000 víctimas mortales a causa de los sismos.
«Los sismólogos juegan a las damas, a mí se me ocurrió el ajedrez»
Samvel Akopián, director general del Centro internacional de monitoreo global y pronóstico del clima sísmico, investigador principal del Centro de coordinación y pronóstico del Instituto de física de la Tierra de la Academia de Ciencias de Rusia, comentó a Sputnik que no solo obtuvo una nueva fórmula para pronosticar terremotos, sino también logró crear una tecnología que ha sido presentada recientemente en Madrid, España.
«Hemos presentado la tecnología de monitoreo global y pronóstico meteorológico sísmico basado en el método de entropía sísmica. Sobre la base de los datos de sismicidad débil, que se registra en todo el mundo, es posible monitorear y pronosticar la situación en cualquier región del mundo», comentó Akopián en una entrevista con la corresponsal de Sputnik, Elena Shestérnina.
Según el especialista, su programa toma en cuenta nuevos parámetros con los que todavía no trabajan los sismólogos.
«De hecho, es un nuevo alfabeto, sobre la base del cual es posible descifrar información que no puede ser vista a través de los métodos comunes», explicó.
Se trata de tres parámetros —coordinadas, tiempo y energía— que permiten pronosticar los futuros terremotos
He introducido la ley de la entropía sísmica que permite seleccionar correctamente el volumen dentro de la Tierra, donde las sismicidades débil y fuerte están interconectadas, para registrar un estado crítico», detalló.
De acuerdo con Akopián, del 100% de los terremotos potencialmente peligrosos que están en los últimos mapas de pronóstico, su tecnología permite destacar el 2% que son áreas verdaderamente peligrosas. «Todos los sismólogos juegan a las damas, a mí se me ocurrió el ajedrez», agregó.
El especialista asegura haber pronosticado el terremoto en Japón en 2011 y el de Turquía de ese mismo año. No obstante, de momento, hace pronósticos oficiales solo en el territorio de Rusia, donde desde 2011 ha pronosticado 11 sismos, incluido el de Tuvá. Pero la metodología también comprende ciertos errores. Así, no pudo pronosticar el segundo sismo que se produjo en Tuvá dos meses más tarde.
España, en la zona de riesgo
Según Akopián, los terremotos en California son solo el principio de la actividad sísmica en esta zona.
«Estos terremotos han cambiado la situación sísmica y nos permiten recalcular dónde y cuándo exactamente habrá un terremoto más fuerte. La falla de San Andrés, donde los sismólogos estadounidenses han esperado durante mucho tiempo un terremoto más fuerte, está cerrada. Y el terremoto está migrando a la falla de Ventura que va a lo largo del norte de Los Ángeles en dirección a Santa Bárbara. Será de una magnitud 7,8-7,9, el mecanismo es vertical y ocurrirá dentro de dos años, antes de junio de 2021», pronosticó el experto.
Al mismo tiempo, Akopián advirtió que España y Portugal también corren riesgo de sufrir un terremoto en los próximos años.
«Todo el mundo conoce el famoso terremoto de Lisboa en el Océano Atlántico en 1755, a 150 km de la costa de Portugal. Ahora este centro ha acumulado energía, y en un plazo de cuatro a cinco años pronosticamos que en la costa de España, en el área de Gibraltar a Portugal, habrá un tsunami, así como en la costa sudoeste de Portugal. Otro foco son las islas Azores», precisó.
Además, Akopián señaló que en los próximos dos o tres años hay riesgo de un terremoto en la costa este de Taiwán. Y entre las áreas densamente pobladas, mencionó el territorio a 150 km de Pekín, donde se puede esperar un terremoto de una magnitud 7.
Convencer al mundo
A pesar de que los desarrolladores están seguros de que su tecnología funciona, lo más complicado es convencer de ello a los demás.
«Todos creen que es imposible pronosticar [sismos]. Hay un aspecto psicológico», explicó Guerman Lalayán, presidente del Fondo de reducción de riesgos naturales y ecológicos LGG, quien también tomó parte en la presentación de la tecnología en Madrid.
«Queremos lograr que nuestra tecnología se use, que haya un pronóstico sísmico, como un pronóstico del tiempo. Tenemos una tecnología ya hecha que se puede aplicar y que, en ciertos casos, puede salvar vidas. Uno de cada tres a cinco terremotos se puede predecir», agregó Akopián.
Armas sísmicas
Además de pronosticar los sismos, el especialista considera teóricamente posible usar los terremotos como armas.
«Las armas sísmicas son posibles, pero hasta el momento el nivel de conocimiento no nos permite fabricarlas. Si sabes cómo van los procesos naturales y cómo llegan a un nivel crítico, entonces esto puede convertirse en un arma», explicó.
En particular, Akopián mencionó que antes se creía que una explosión nuclear podía causar un terremoto.
«La pregunta más importante es cuánta energía se puede dirigir a la tierra sólida. Se puede realizar una explosión nuclear subterránea igual de potente que la energía de un terremoto, pero solo el 2% o 3% se transmitirá en forma de actividad sísmica», sostuvo.
Asimismo, la extracción de gas de esquisto conduce a un aumento de la sismicidad, agregó. Se trata de una clara influencia humana sobre los terremotos.
Texto vía Sputnik