Ruanda ha cerrado su frontera con la República Democrática del Congo(RDC), país en el que un brote mortal de ébola iniciado hace un año ya ha matado a más de 1.800 personas. El cierre se produjo después de que se confirmara este miércoles una segunda muerte relacionada con el virus del Ébola en Goma, ciudad congoleña densamente poblada en la porosa frontera con Ruanda.
Más de 57.500 personas pasan cada día por los dos pasos terrestres que hay en Goma, «la pequeña frontera» y «la gran frontera», según datos de la Organización Internacional de Migraciones (OIM).
El presente brote en la RDC -décimo en la historia del país- ha dejado ya 1.813 muertos entre 2.701 casos y se ha convertido en la segunda epidemia más grave del mundo, solo superada por la que atravesó África Occidental en 2014, con más de 11.000 fallecidos.
El brote está localizado en las provincias de Kivu del Norte e Ituri -fronterizas con Sudán del Sur, Uganda y Ruanda- y hoy hace exactamente un año que fue declarado por el Gobierno congoleño.
El virus del ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales de una persona ya enferma, provoca fiebre hemorrágica y puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90 % si no se trata a tiempo.