Unas 20 ballenas piloto han muerto varadas en circunstancias misteriosas en la costa sudoeste de Islandia, solo dos semanas después de que un varamiento masivo igualmente inexplicable ya había matado a docenas de cetáceos de aletas largas.
Las ballenas muertas, parte de un grupo de 50 ballenas varadas, fueron descubiertas cerca de Gardur, a unos 50 kilómetros de la capital, Reykjavik.
Según los medios islandeses, los locales comenzaron los esfuerzos de rescate para salvar a las ballenas incluso antes de que llegaran los equipos de emergencia.
«Alrededor de 90 voluntarios trabajaron toda la noche para mantener a los animales mojados», dijo a la AFP David Mar Bjarnason, portavoz de la asociación islandesa de investigación y rescate.
«Tuvimos que esperar a la marea alta para regresarlos al mar», dijo Bjarnason.
Las ballenas piloto son relativamente abundantes, y su población en el Atlántico se estima entre 500,000 y 800,000 animales.
El mes pasado, 52 ballenas varadas fueron vistas en una playa remota en el oeste de la nación insular del Atlántico norte.
Las ballenas piloto, que pertenecen a la familia de los delfines y se alimentan principalmente de calamares, a veces pueden quedar atrapadas si siguen a sus presas en aguas costeras poco profundas.
Pero los científicos están desconcertados sobre por qué tantos números deberían quedar varados al mismo tiempo.
Algunas teorías mencionan la interferencia del campo magnético, mientras que otras dicen que una manada de ballenas piloto siempre seguirá a un solo líder, incluso si esa ballena dominante los lleva al peligro mortal.