El manto que yace debajo del supervolcán Yellowstone, ubicado en Wyoming (EE.UU), migró luego de millones de años hacia el norte de California, según informó Víctor Camp, profesor y geólogo de la Universidad de San Diego.
Victor Camp, que tiene una larga experiencia estudiando el comportamiento de diferentes volcanes en el mundo, rastreó la roca fundida proveniente de la caldera de Yellowstone y descubrió que esta se bifurcó en dos canales y llegó hasta California y parte de Oregón.
Debajo de estos Estados mencionados, el geólogo encontró la presencia de “un manto de baja densidad moderadamente caliente” que podría provenir del penacho de cenizas volcánicas que alimentan el Yellowstone.
Mediante el estudio de tomografía sísmica y química, el profesor rastreó cómo esa roca fundida migró hacia el oeste del país norteamericano, desembocando en el Medicine Lake, un volcán activo del norte de California, y en el Newberry Volcano, un volcán activo a unos 32 kilómetros (20 millas) al sur de Oregón.
Este descubrimiento resulta valioso para entender el comportamiento de los volcanes, ayudando a entender las erupciones que ocurrieron antes, así como también predecir las posibles erupciones del futuro.
“Dado que el penacho no está controlado por la tectónica (alteraciones) de las placas, este puede elevarse y emerger por cualquier lugar de la tierra, dependiendo de dónde logre penetrar la superficie de la tierra“, dijo Camp en el sitio de la Universidad de San Diego, y luego explicó: “Entonces, saber esto nos ayudará a comprender las supererupciones que ocurrieron en el pasado y las que ocurrirán en el futuro“.
Lo sorprendente, según explican desde la Universidad, es que este manto rocoso (que es la segunda capa de las tres que componen a la Tierra) tardó muchos millones de años en desplazarse hacia el oeste.
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