Según el Ministerio de Salud sudanés, 46 personas murieron en el país la semana pasada como consecuencia de las fuertes lluvias y las inundaciones repentinas.
Un total de 9.260 viviendas se derrumbaron, de las cuales 595 en su totalidad y 3.317 en parte, dijo el jueves el subsecretario del Ministerio de Salud, Suleiman Abdeljabbar, a los periodistas en Jartum. Dijo que 154 lugares en 25 localidades han sido afectados por las lluvias. Al menos 1.606 cabezas de ganado se perdieron en el país, agregó. 127 instalaciones públicas han sido afectadas, incluyendo mezquitas, escuelas, centros de salud y otras instituciones gubernamentales.
Desde hace más de una semana, las fuertes lluvias están inundando varias partes de Sudán. Radio Dabanga informó el viernes que un niño de 8 años de edad se había ahogado en inundaciones cerca de su casa en Jartum el día anterior.
El jueves, los activistas advirtieron de «una catástrofe humanitaria» si las autoridades no intervienen. El coordinador de los comités de barrio en el cinturón sur de Jartum informó del derrumbe de 5.224 viviendas, además de «pérdidas significativas en distritos no contabilizados». Informó de dos casos de «diarrea acuosa aguda[sospechosa de ser cólera*]».
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCAH) en Sudán informó a finales de julio que las fuertes lluvias e inundaciones repentinas afectaron a unas 13.000 personas en Darfur y el este de Sudán.
Años atrás entre en 2016 y 2017 una mortal epidemia de cólera golpeó la región, matando 900 personas , Sudán es uno de los 54 naciones que forman el continente africano.