La Organización Mundial de la Salud ha emitido una declaración inusual que plantea interrogantes sobre si Tanzania está encubriendo posibles casos del mortal virus del Ébola, un importante motivo de preocupación durante un brote regional que ha sido declarado una rara emergencia sanitaria mundial.
La declaración del sábado dice que el gobierno de Tanzania «a pesar de varias peticiones» se niega a compartir los resultados de sus investigaciones sobre una serie de pacientes con síntomas similares a los de Ébola y se niega a enviar muestras de pacientes a un laboratorio externo asociado de la OMS.
El gobierno de Tanzania, que ha dicho que no tiene casos de Ébola, no pudo ser contactado inmediatamente para recibir comentarios el domingo. Los casos serían las primeras infecciones de Ébola confirmadas en el país de África Oriental.
La agencia de salud de las Naciones Unidas dice que fue informada el 10 de septiembre de la muerte en Dar es Salaam, la capital comercial de Tanzania, de un paciente sospechoso de tener ebola.
Un día después, recibió informes no oficiales de que una prueba de Ébola había dado positivo. El jueves, recibió informes no oficiales de que un contacto del paciente, que había viajado mucho por el país, estaba enfermo y hospitalizado.
Una respuesta rápida es crucial para contener el Ébola, que puede ser mortal hasta en un 90% de los casos y que se propaga con mayor frecuencia por el contacto cercano con los fluidos corporales de las personas que presentan síntomas o con objetos contaminados.
La declaración de la OMS decía que la falta de información de Tanzania dificultaba la evaluación de los riesgos potenciales.
El brote de Ébola en el vecino Congo ha infectado a más de 3.000 personas y ha matado a casi 2.000 de ellas. También se han confirmado algunos casos en la vecina Uganda, y otros países vecinos se han estado preparando para la posible propagación del brote.
Esta no es la primera vez que los funcionarios de salud plantean serias preguntas sobre los presuntos casos en Tanzania. El lunes, el secretario de salud y servicios humanos de Estados Unidos, Alex Azar, dijo a los periodistas de Uganda que él y otros estaban «muy preocupados por la falta de transparencia» en Tanzania.
Los críticos han mostrado una creciente alarma a medida que el gobierno del presidente de Tanzania, John Magufuli, ha restringido el acceso a información clave y ha tomado medidas enérgicas contra la percepción de la disidencia.
Los legisladores aprobaron recientemente una enmienda a una ley de estadísticas para tipificar como delito la distribución de información no sancionada por el gobierno o que contradice al gobierno. El Banco Mundial fue uno de los que expresó su preocupación por esa enmienda.