Ciudades costeras como Mumbai (India), Shanghai (China) y Bangkok (Tailandia) podrían quedar sumergidas en tres décadas.
Nuevas investigaciones climáticas muestran que 300 millones de personas que viven a lo largo de las costas del mundo podrían verse afectadas por inundaciones devastadoras para el año 2050, unas tres veces más de lo que se había calculado anteriormente. La cifra podría duplicarse a 630 millones de personas afectadas para el año 2100 si se hace poco para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero que siguen aumentando en todo el planeta.
El estudio de la organización estadounidense Climate Central, publicado el martes por la revista Nature Communications, señala que las principales ciudades costeras como Mumbai (India), Shangai (China) y Bangkok (Tailandia) podrían quedar sumergidas en los próximos 30 años. Se calcula que sólo en Asia viven 237 millones de personas amenazadas por el aumento de las aguas marinas, según la investigación. «Estas evaluaciones muestran el potencial del cambio climático para remodelar ciudades, economías, costas y regiones globales enteras dentro de nuestras vidas», dijo Scott Kulp, autor principal del estudio.
Mumbai, una de las ciudades más grandes del mundo, corre el riesgo de quedar completamente inundada. Shanghai, con una población de 24 millones de habitantes, se enfrenta a un destino similar dentro de tres décadas. La escala del movimiento humano será inigualable en la historia, dijo Dina Ionesco, de la Organización Internacional para las Migraciones, a The New York Times. «Hemos estado tratando de hacer sonar las alarmas, sabemos que se acerca», dijo. La ciudad egipcia de Alejandría y Basora, la segunda ciudad más grande de Irak, estará mayormente bajo el agua en 2050, según el estudio. Vietnam del Sur -con más de 20 millones de habitantes- puede quedar totalmente inundado.
El estudio sugirió que las naciones deben comenzar a prepararse ahora para que millones de ciudadanos puedan reubicarse internamente. «Por muy impactantes que puedan ser estos hallazgos, hay un resquicio de esperanza», dijo el director de comunicaciones de Climate Central, Peter Girard. «Nos dan el conocimiento que necesitamos para actuar a tiempo para proteger a millones de personas y evitar los trastornos económicos y políticos que un desastre climático de esta magnitud podría acarrear».