La explosión tuvo lugar en el distrito de Darqad, en la provincia de Takhar, cuando los niños pisaron una mina terrestre mientras caminaban hacia la escuela.
Nueve niños y niñas murieron cuando una bomba colocada al borde de una carretera explotó cuando se dirigían a la escuela en una provincia nororiental de Afganistán, dijeron funcionarios del gobierno y de la policía.
La explosión se produjo el sábado en el distrito de Darqad, en la provincia de Takhar, cuando los niños, de entre ocho y 11 años de edad, pisaron la bomba colocada en una carretera de una aldea controlada por los talibanes.
«Por la mañana, al borde de la carretera, nueve niños murieron en una explosión de una mina terrestre colocada por los talibanes. Tres niños, que formaban parte del grupo, están desaparecidos», dijo Jawad Hejri, portavoz del gobernador provincial de Takhar, a Al Jazeera.
Ningún grupo ha reivindicado la explosión, y los talibanes no respondieron inmediatamente a una petición de comentarios tras las muertes de los niños, las últimas víctimas de un número creciente de víctimas civiles en la guerra.
«Esta zona está bajo control talibán y desde que las fuerzas de seguridad lanzaron ataques para limpiarla, los talibanes han plantado minas antipersonales», dijo Khalil Asir, portavoz de la policía provincial, a la agencia de noticias Reuters.
En mayo, una mina terrestre mató a siete niños e hirió a otros dos en la provincia meridional de Ghazni.
El mes pasado, las Naciones Unidas publicaron un informe que decía que un número «sin precedentes» de civiles fueron asesinados o heridos en Afganistán entre julio y septiembre de este año.
Las cifras – 1.174 muertes y 3.139 heridos desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre – representan un aumento del 42 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Un mes antes, siete niños murieron y otros 10 resultaron heridos en la provincia oriental de Laghman cuando una granada de mortero explotó mientras jugaban con ella.
Los talibanes suelen utilizar bombas en las carreteras y minas terrestres para atacar a las fuerzas de seguridad afganas, pero las armas letales también causan víctimas entre la población civil.
Años de conflicto han dejado al Afganistán sembrado de minas terrestres, morteros sin estallar, cohetes y bombas caseras, y muchos de ellos son recogidos por niños y niñas curiosos.