Desde mediados de octubre, más de 28.000 personas en la República Centroafricana han sido desplazadas por las fuertes lluvias y el desbordamiento del río Ubangi.
La Cruz Roja local dijo que siete personas han muerto y 25 han resultado heridas en las peores inundaciones que el país ha visto en dos décadas.
El primer ministro Firmin Ngrebada declaró el estado de emergencia el 25 de octubre.
«Nuestro gobierno está haciendo todo lo posible para salir de esta crisis. Cuando se produce una catástrofe de este tipo en un país como el nuestro, tomamos las medidas necesarias y hacemos un llamamiento a nuestros socios internacionales para tranquilizar a la población y ofrecer una respuesta de emergencia», dijo el portavoz del gobierno, Ange-Maxime Kazagui.
La gente se queja de que se está haciendo muy poco y de que la respuesta ha sido demasiado lenta.
«Siento como si fuera el fin del mundo», dijo Paterne Kongbouali, de 22 años, una estudiante que no ha ido a la escuela en dos semanas.
Para la República Centroafricana, el penúltimo país en el índice de desarrollo humano y el país con mayor inseguridad alimentaria del mundo, las inundaciones son otra carga en su camino hacia la reconstrucción.
Aunque el 6 de febrero se firmó un acuerdo de paz, el conflicto que comenzó en 2013 nunca llegó a su fin. Uno de cada cuatro centroafricanos vive en campamentos de desplazados en el país o como refugiados en países vecinos.
La Cruz Roja dice que siete personas han muerto y 25 han resultado heridas en las peores inundaciones que el país ha visto en dos décadas.