Ginebra, 19 de noviembre de 2019 – Más de 2,4 millones de personas necesitan ayuda alimentaria urgente en toda la región central del Sahel, incluyendo Burkina Faso, Malí y Níger, donde la creciente violencia yihadista ha desencadenado una crisis humanitaria, dijo el martes la ONU.
«Si no actuamos ahora para combatir el hambre en el Sahel, toda una generación está en peligro», dijo a los periodistas en Ginebra Herve Verhoosel, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas. Dijo que unos 20 millones de personas vivían en zonas afectadas por el conflicto en toda la región, donde se produjeron enfrentamientos violentos en los que participaron diversos grupos armados.
Más de 860.000 personas en toda la región se han convertido en desplazados internos, mientras que los tres países también acogen a 270.000 refugiados. Burkina Faso se ha visto particularmente afectada por la crisis debido a un fuerte aumento de la violencia, dijo Verhoosel, señalando que hubo más ataques en el país durante la primera mitad de este año que durante todo el año 2018.
Según un recuento , cerca de 700 personas han muerto en Burkina Faso desde que comenzó a luchar contra una insurgencia yihadista que comenzó en el vecino Malí en 2015.
La ONU estima que casi medio millón de personas han huido de sus hogares en Burkina Faso, y el director del PMA en ese país, David Bulman, dijo a los periodistas el martes que se espera que el número aumente a 650.000 para finales de año. «Estas personas ya son pobres… y cuando son desplazadas significa que dejan todo atrás», dijo, advirtiendo que las tasas de desnutrición entre los desplazados son asombrosas.
Los niveles de desnutrición aguda entre las poblaciones desplazadas de Burkina Faso eran elevados, hasta un 7%, muy por encima del umbral del 2% para declarar una emergencia. «Estamos hablando de miles» de niños afectados, dijo Bulman.
El PMA dijo que estaba ampliando sus actividades de asistencia y que en lo que va de año había proporcionado asistencia alimentaria y nutricional a más de 2,6 millones de personas en toda la región central del Sahel. Sin embargo, advirtió que el aumento y la propagación de los grupos militantes estaban limitando seriamente el acceso a la ayuda. El organismo de las Naciones Unidas también advirtió que se enfrentaba a un grave déficit de financiación y subrayó que necesitaba urgentemente 150 millones de dólares para mantener en marcha sus programas.
Por AFP