La deforestación en la Amazonia brasileña, mostrada en esta foto tomada en el estado de Pará en agosto de 2019, ha aumentado bruscamente este año.
La deforestación en la Amazonia brasileña en noviembre aumentó 104 por ciento en comparación con el mismo mes de 2018, según datos oficiales publicados el sábado.
Los 563 kilómetros cuadrados deforestados ese mes son también la cifra más alta de cualquier noviembre desde 2015, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, que proporciona datos oficiales sobre la deforestación.
Esto se considera un aumento significativo, particularmente durante la temporada de lluvias, cuando la deforestación generalmente se desacelera.
Durante los primeros 11 meses del año -también los primeros meses en el cargo de Jair Bolsonaro, un líder de extrema derecha que ha aliviado las restricciones a la explotación de la vasta riqueza de la Amazonia- la deforestación ascendió a 8.974,3 kilómetros cuadrados.
Eso es casi el doble de los 4,878.7 kilómetros cuadrados reportados para los primeros 11 meses de 2018.
Los datos fueron recogidos por el sistema DETER, basado en satélites, que controla la deforestación en tiempo real.
Otro sistema satelital utilizado por el INPE, conocido como PRODES, considerado más confiable pero más lento para recopilar datos, informó a fines de noviembre que en los 12 meses que comienzan en agosto de 2018, la deforestación de la Amazonia brasileña había superado el umbral de los 10.000 kilómetros cuadrados por primera vez desde 2008.
Eso representó un aumento del 43 por ciento con respecto al período de 12 meses anterior.
La deforestación en las zonas indígenas aumentó aún más rápido, en un 74,5 por ciento con respecto al período anterior, informó el INPE.
En general, el PRODES mostró que el bosque tropical más grande del mundo perdió 10.100 kilómetros cuadrados en ese período de 12 meses, en comparación con los 7.033 kilómetros cuadrados de los 12 meses anteriores.
El viernes, Ricardo Galvao, ex presidente del INPE, fue nombrado uno de los 10 científicos más importantes del año por la respetada revista británica Nature.
A principios de agosto fue despedido por el gobierno de Bolsonaro, que lo acusó de exagerar el alcance de la deforestación.