Mientras que los polos geográficos de la Tierra permanecen constantes, sus contrapartes magnéticas son libres de vagar por ahí. Sin embargo, los científicos están desconcertados por el actual desplazamiento del norte magnético hacia Siberia a un ritmo extraordinario.
El punto que guía la ‘N’ en cada brújula se mueve todo el tiempo, a una velocidad promedio de 55 kilómetros (34 millas) por año, aunque datos recientes sugieren que podría haber disminuido a una velocidad de crucero de 40 kilómetros (25 millas) anualmente
El norte magnético nunca es completamente estacionario dado que el núcleo de hierro fundido de la Tierra se mueve constantemente. Sin embargo, incluso con la desaceleración, es el ritmo – no el movimiento – lo que es notable.
«El movimiento desde los años 90 es mucho más rápido que en cualquier otro momento durante al menos cuatro siglos», dijo el especialista en geomagnetismo Ciaran Beggan, del Servicio Geológico Británico (BGS).
«Realmente no sabemos mucho sobre los cambios en el núcleo que lo está impulsando».
Actualmente no sabemos cuándo sucederá esto, pero tendrá consecuencias dramáticas para la humanidad cuando ocurra, ya que afectará al Modelo Magnético Mundial, que traza el mapa del campo magnético del que dependen los servicios de cartografía y navegación del SPG, así como a la gran infraestructura estratégica tanto civil como militar.