Un sismo de magnitud 4.5 golpeó a Puerto Rico el jueves en la última de una rara serie de terremotos que ha asustado a muchos en el territorio de los Estados Unidos.
El sismos más reciente ocurrió a ocho millas (12 kilómetros) al sur de Guayanilla a una profundidad de cuatro millas (siete kilómetros) y se sintió en la capital de San Juan y en otros lugares de Puerto Rico, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. No se informó de ningún daño inmediato.
«No hemos dejado de temblar», dijo Ángel Vázquez, director de manejo de emergencias de la ciudad costera sureña de Ponce. «Es la primera vez que sucede algo así».
el enjambre de sismos comenzó la noche del 28 de diciembre, con un terremoto de magnitud 4.7 seguido por uno de magnitud 5.1 que golpeó cerca de la costa sur de Puerto Rico y envió a docenas de personas asustadas a las calles. Los productos cayeron de los estantes de los supermercados, se informó de grietas en las casas en algunos pueblos costeros y una gran roca cayó y bloqueó una carretera. No se reportaron heridos.
Desde entonces, se han producido más de 1.100 terremotos en esa región. La mayoría no se ha sentido, excepto el de magnitud 4,2 que se produjo el 31 de diciembre y el del jueves.
«He pasado 29 años con la Red Sísmica de Puerto Rico y es la primera vez que observo este tipo de actividad», dijo el director Víctor Huérfano a The Associated Press. «No hay forma de predecir cuándo va a terminar, o si va a conducir a un evento importante».
Dijo que la oleada de terremotos ha sido extremadamente superficial y ha ocurrido a lo largo de tres fallas en la región suroeste de Puerto Rico: Valle de Lajas, Punta Montalva y el Cañón de Guayanilla.
«En general, la fuerza detrás de todo esto es la placa norteamericana y la placa caribeña que aprieta a Puerto Rico», dijo.