China ha cerrado el transporte público en Huanggang, una ciudad cercana al epicentro del brote de coronavirus que ha matado a 17 personas hasta ahora. Esto sigue a la cuarentena de Wuhan, donde se originó el virus.
Las autoridades sanitarias chinas anunciaron que la ciudad de Huanggang está suspendiendo su transporte público, incluyendo tanto el ferrocarril como los autobuses, tras el brote del nuevo coronavirus, denominado 2019-nCoV, que comenzó a mediados de diciembre de 2019.
También se ha ordenado el cierre de lugares de entretenimiento en interiores, como cibercafés y cines. Las autoridades locales están pidiendo a los siete millones de ciudadanos que permanezcan en sus casas y que no salgan de la ciudad salvo en «circunstancias especiales».
La vecina Wuhan, el epicentro del brote, ya ha sido aislada del mundo. La situación se complica aún más con el advenimiento del Año Nuevo Lunar, la fiesta más importante de China, ya que cientos de millones de personas están viajando a casa para pasar tiempo con sus familias.
El nuevo coronavirus fue descubierto por primera vez en diciembre, y los primeros casos aparecieron cerca del Mercado de Mariscos de Hunan en Wuhan, un llamado «mercado húmedo», donde se venden animales vivos junto con carne, pescado y mariscos crudos. Las autoridades de Wuhan cerraron el mercado el 1 de enero y prohibieron la venta de animales vivos en los mercados de la ciudad el 22 de enero.
El virus 2019-nCoV es una enfermedad zoonótica, lo que significa que originalmente se propagó a los humanos a través de los animales.
Sin embargo, los funcionarios de salud chinos todavía no están seguros de cómo se sigue propagando el virus, y si es posible el contagio entre humanos. Hasta ahora, ha habido más de 500 casos confirmados de infección en China, con 17 muertos.
China fue sacudida anteriormente por un coronavirus en el 2003, cuando el SARS mató a más de 300 personas en un período de ocho meses.